No soy víctima del mundo que veo
Cuando me puse a escribir en mi bitácora de vida mis reflexiones, ese día había practicado en la mañana la lección 31 de UCDM. Luego cuando leí lo que había surgido, me di cuenta que había plasmado en mi cuaderno un material para mi blog, así es que aquí va.
El victimismo es un verdadero flagelo y me doy cuenta que éste se extiende no sólo a las víctimas, sino también a los agresores…
…pues la agresividad es un victimismo en otro polo de lo mismo, nadie que en lo profundo no se sienta víctima de algo podría actuar con agresividad.
Víctima y agresor son dos polos opuestos de la misma ficción
Amor versus Miedo. Víctima y agresor son polos opuestos de una ficción, ambos carecen de amor a sí mismos, aferrados de forma egoísta a su percepción del mundo, donde lo externo les resulta hostil, por lo que creen que necesitan defensa. El tema de fondo es exactamente el mismo. Ambos se encuentran anclados en una forma de ver la realidad alterada. Cuando nos encontramos en nuestro centro, nuestro núcleo interior, ninguna circunstancia nos altera, si nos mueve es porque el poder está puesto en lo externo y no dentro de nosotros mismos. Cuando el poder se encuentra fuera de nosotros nos volvemos vulnerables y nos atemorizamos, y esto creará las reacciones automáticas de todo cuadro de estrés.
Cuando reflexionamos sobre la vida de Jesús, no podemos quedar indiferentes a su actitud de no defensa frente a los fuertes hechos que le tocó vivir en sus últimos días, simplemente no se resistió, sino que se entregó. Su célebre frase “hágase tu voluntad y no la mía” lo dice todo. El mundo y lo que en éste sucediera o le hicieran, no tenía ningún poder sobre él. Su Ser, Cristo es Eterno e Inmortal, ni la muerte podía acabar con él.
Realidad v/s Ilusión
Nosotros simples humanos tomamos como real lo que percibimos con los sentidos y calificamos de irreal lo que resulta invisible a los ojos. Conocido es en la historia de la humanidad el destino de seres iluminados o aquellos con ciertos dones como la clarividencia o la clariaudiencia, los canalizadores que han sido condenados, quemados en la hoguera o tratados de farsantes y locos.
Para poder percibir la realidad, la verdad, se hace necesario entonces poner la mirada hacia nuestro interior, pues nuestro aparato de percepción debe estar en excelentes condiciones y libre de programación para reflejar en lo externo un nuevo mundo. Somos seres multidimensionales, esto nos permite acceder a otros planes de realidad, a los cuales quienes aún duermen no pueden y les parece cosa de locos.En la práctica, sabemos que no sucede así: nosotros decimos que amamos, pero amamos solo lo que creemos que es susceptible de nuestro amor; cuando algo o alguien no nos gusta, ya no lo amamos, lo despreciamos, lo criticamos, lo descalificamos y lo desechamos. ¿Es esto amor?, claro que no.
Nadie niega que las emociones y pensamientos son reales y que habitan en nuestro interior, sin embargo, son intangibles, bueno a los escépticos de las energías y lo invisible, les pido que me pongan una emoción o un pensamiento en la mano, no se puede cierto, y si bien no es posible porque no son “materiales” desde el punto de vista de lo denso, nadie duda de su existencia. Resulta que cada día existen pruebas más concluyentes, de que la combinación de pensamientos y emociones sumado a un estado vibratorio adecuado, es capaz de crear en el mundo físico.
La co-creación de una nueva tierra
Vivimos en la mente del Creador, fuimos hechos a su imagen y semejanza, por consiguiente, el humano crea de igual forma. La divinidad permite que podamos crear, nos hizo así.
Que ocurre en el mundo entonces, lo que vemos en las noticias, son las creaciones del ego humano, se plasma lo que existe en el colectivo de las personas; en cambio, si actualmente existiera un número suficiente de personas pacíficas, guiadas por su corazón, con desarrollo interno y un alto de nivel de conciencia estaríamos viviendo en un nuevo mundo, una nueva tierra, saludable, en paz donde reinaría el amor y la unidad. Pudiendo crear nuestra realidad, parece absurdo la forma como se conduce la humanidad, ya que si estamos en un mundo de sueños, entonces soñemos bonito.
Entonces en la práctica, que podemos hacer cuando un monstruo (del tipo que sea) te persiga, pues detente y abrázalo, acéptalo, ese monstruo es una parte no trabajada en ti que te está persiguiendo, sólo necesita que lo ames. Es una de las muchas situaciones posibles que te puede tocar vivir.
Trabajando nuestros temores a través de la no resistencia
Se hace necesario trabajar nuestros temores, porque éstos son monstruos que se alimentan de nosotros, cuando los aceptamos y no los negamos ni huimos, se diluyen solos. Por ejemplo, las personas que sufren de ataques de pánico, tienden a combatirlo y a victimizarse, ¡oh no!, ¡otra vez! y el terror se incrementa.
Qué pasaría en cambio, si al primer síntoma le dan la bienvenida, se sientan cómodamente, se concentran en su respiración y le dicen ¡bienvenido ataque de pánico! Y comienzan a fluir con este, siempre centrados y lo observan simplemente, navegan con el sin resistirlo. Parece un consejo poco cuerdo, pero pruébenlo, experimenten, no tienen nada que perder y mucho por ganar. Al darse la oportunidad de probar lo que les digo, podrán darse cuenta que cada vez los episodios son más cortos hasta su completa desaparición. Gracias por el dinero ahorrado en consultas médicas y fármacos. He visto este resultado en quienes me han consultado y yo misma lo experimenté años atrás. Aunque el monstruo te haga creer que te vas a morir, pues no, no te vas a morir, es un fantasma, anda abrázalo y dale la bienvenida, recíbelo con alegría, como si fuera un viejo amigo muy querido por ti, abrázalo, no lo condenes ni te resistas, luego fluye con él, es una ola que llega a ti y tu vas arriba en la tabla de surf, simplemente respíralo. Cuando lo hayas practicado varias veces, escríbeme y me comentas.
Cuando te topes con un agresor, considera que éste tiene más miedo que tú, si no, no necesitaría recurrir a ese tipo de trucos para amedrentarte. Cuando en tu mente le quitas el poder que tiene, éste se queda sin armas. Para pelear se necesitan dos, tú anda y abandona la pelea, no le ofrezcas resistencia, vuélvete invisible y el golpe seguirá de largo. Compadécelo, todavía le queda trabajo por hacer, cuando se dé cuenta que el mundo hostil está en su mente, las sombras que le atormentan se desvanecerán, lo mismo ocurrirá contigo. Tú no eres víctima, tú crees ser víctima y así como lo has creado puedes disolverlo, el poder está en ti.
Detrás de todo comportamiento de víctima o victimario hay un sistema de creencias aprehendido y como tal se puede desmantelar, cuando tus ganas de cambio sean tan fuertes y superiores a quedarse en el mismo lugar, cuando decidas renunciar a los beneficios secundarios que tal conducta te trae. ¿Cómo lograrlo? Aceptando y auto observándose, reeducando el cerebro y liberando la memoria emocional. Practica y practica hasta que lo consigas. Te sugiero que te abraces a ti misma, a ti mismo, con todos tus temores y dolores, así tal cual, acepta que están en ti, que el dolor te duela a fondo, no lo esquives ni digas que no existe, reconócelo y pon el pie en el acelerador a fondo hasta que ya se libere completamente; si juegas al sí, al no, lo dejo para mañana, seguirás años entrampada en el mismo lugar, sé seria contigo misma, ámate lo suficiente, entrégalo. Cuando abrazas a tu ser, a tus condicionamientos y a todas las partes heridas que hay en ti en este momento, comienzas a integrarte, ama tu vulnerabilidad, todos los seres humanos somos vulnerables, anda dejando poco a poco, capa por capa todas tus corazas, ya que no necesitas defensas, al hacerlo sabrás donde tienes que estar tanto en tu interior como en el mundo.
Recuerda que tú no te creaste a ti misma, no hiciste las reglas, éstas ya estaban cuando encarnaste aquí en la tierra. Cada virtud ya las has ganado, cada defecto es una virtud en potencia, alíneate con las múltiples posibilidades, no necesitas seguir repitiendo historias ni lamentos. Anda más allá. De todas tus piecesitas heridas, de cada logro contigo misma, irás construyendo una nueva tú, pide asistencia a un poder más grande que tú, entrégale tus dolores, suéltalos, que se los lleve. “Que se haga tu Voluntad y no la mía”. Te aseguro que renacerás y cada vez que alguien te diga “no cambies nunca”, sonreirás.
De Oruga a Mariposa…
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