Senderismo
Una de las mejores decisiones que he tomado en la vida, ha sido iniciarme en senderismo o trekking.
Siempre he sido muy buena para caminar, es una actividad que me relaja de sobremanera, me calma, aclara mi mente y me otorga paz.
La magia del senderismo
Hace unos días me vino a la memoria un recuerdo de mi niñez cuando a los 9 años visité los Saltos de Petrohué, el recuerdo de esas aguas color esmeralda quedaron grabadas en mi mente; tiempo después, en mi primer viaje sola, opté por visitar el sur de Argentina, el cruce de los lagos, mi llegada al atardecer a Bariloche, y esas enormes nubes blancas combinadas con fuertes tonos rosa en el cielo, sobre un fondo de un azul espectacular, parecía que casi podía tocarlas con una mano, me sumergieron en una atmósfera de total absorción ante tanta belleza. Ello llegó a un clímax, cuando en uno de los paseos, al verme sobre la cumbre de un cerro, con vista de 360 grados de pura belleza, lagos, verde, cerros de diversas alturas repletos de vegetación, no pude contener mi emoción y me dije en silencio: ¡Dios existe!, mientras lágrimas de alegría y gratitud corrían por mis mejillas, por estar ahí presenciando ese espectáculo, sentí que sólo un Ser Superior podía haber creado tanta belleza….luego las actividades cotidianas, trabajo, relaciones, absorbían la mayor parte del tiempo, mantuve sí la práctica de largas caminatas en la ciudad, escogía muchas veces bajarme antes del bus o del metro, para darme el gusto de simplemente caminar o turistear por Santiago. Cada tanto el cerro San Cristóbal era mi refugio y luego pasaba largos períodos sin visitarlo, hasta que nuevamente lo redescubría.
Hace un par de años en una inmersión total hacia mi interior, experimenté un gran reseteo y tras una meditación y un sueño en que me veía trotando al aire libre, tomé consciencia que mi alma me estaba diciendo claramente, que mi cuerpo necesitaba renovarse y tomar contacto con la naturaleza, de inmediato, adquirí un buen par de zapatillas y comencé a entrenar en el San Cristóbal. También con la guía adecuada, comencé a participar en actividades de trekking en los cerros de mi ciudad, el propósito era crear un nuevo cuerpo, una nueva mente y una nueva manera de sentir, aprender del pasado, soltarlo y crear un nuevo futuro.
Subiendo La Montaña
La primera vez de trekking “oficial”, fue en la Quebrada de Macul, todo un desafío, no me fue fácil, cada tanto me detenía a mirar donde estaba y veía la ciudad allá a lo lejos y cada vez más abajo, y finalmente logré llegar a un sector de cascadas luego de varias paradas a tomar aliento, el haberlo conseguido me produjo un estado de bienestar exquisito y fue mi gran motivación, todo el esfuerzo valió la alegría y me hizo sentir una gran confianza en mí misma. Adopté el cerro San Cristóbal como mi gimnasio personal, así cada 3 a 5 veces a la semana, me recorría 13 kilómetros cada vez.
Comencé suavemente, sin prisa, para fortalecer mis piernas, caminata suave y luego en descenso trotes por tramos, cuya duración iba aumentando en la medida que mi cuerpo me lo pedía y lo disfrutara. Conocí cerros que nunca había subido, sumé un cambio nutricional y experimenté un proceso de renovación interior maravilloso, cuando caminaba por un sector en el cerro lleno de árboles, ráfagas de imágenes venían a mi mente y comencé a darme cuenta de muchas cosas que antes simplemente dejaba pasar, fue como si un puzle comenzara a encajar, lo que me permitió una mayor comprensión y liberar patrones de desamor a los que había estado atada desde mi infancia y adolescencia, por décadas, solté relaciones de dependencia poco sanas y mi visión interior comenzó a despertar, mi cuerpo se volvió más sensible y con mayor percepción. Pedí “permíteme ver” y así fui sanando diversos aspectos de mí misma, fue un proceso profundo que me sirvió más que ir a cualquier sicólogo. Mi corazón e intuición comenzaron a ocupar un lugar preponderante en mi vida y las sincronías no tardaron en comenzar a aparecer, cada vez con mayor frecuencia.
¿Tus ilusiones se destruyeron? Alégrate, es el primer paso necesario…….al caminar, el cuerpo liberará memorias ”atrapadas” cuando estés lista para procesarlas, aprovecha esta valiosa oportunidad.
Comencé seriamente a amarme a mí misma, a disfrutar mi nueva vida y a amar el trekking por todos los beneficios que ofrece, objetivamente fue un “trekking espiritual”.
Además, como estaba ingresando a los años “dorados”, me di cuenta que las personas mayores se quejan casi siempre de su estado físico y en especial de la debilidad de sus piernas, por ello es necesario preparar el cuerpo, darle flexibilidad y fortaleza. Nuestra salud no podemos dejarla en manos de terceros, es nuestra responsabilidad. Llegar a una edad avanzada no tiene por qué significar dolencias o estar en estado de decrepitud, de hecho, hay muchos deportistas seniors que mantienen una calidad de vida extraordinaria. Y lo más importante es que nunca es tarde para empezar, de hecho por esas sincronías de la vida, así dice el lema de mi primera polera de trote que adquirí en esa etapa, nada es casualidad, todo es causalidad y sincronías.
Amo el trekking, me permite estar conmigo misma y con plena consciencia corporal, de mi respiración, musculatura, estoy en el presente en cada paso y cada tanto me detengo a escuchar los sonidos de la naturaleza y a disfrutar el paisaje, voy a mi propio ritmo y no sigo a los que van más rápido, ni cuando estoy en grupo, a veces llego al último y más que feliz.
El trekking hay que practicarlo con responsabilidad y saber reconocer hasta dónde se puede llegar, se trata de pasarlo bien y no de sufrir, y el cuerpo sabiamente vá indicando cuando continuar y cuando detenerse, la respiración es la clave.
Naturaleza Bendita
Nuestro país está inserto en una naturaleza maravillosa y rodeada de cerros para disfrutar. Mirar desde las alturas es algo que siempre me ha motivado, la perspectiva cambia. Cuando trabajé como mediadora en salud, aprendí a “mirar desde el balcón”, para apreciar el panorama completo y no sólo una parte del mismo. Tal vez sea eso lo que produce mirar desde una cumbre y ver la totalidad del entorno visible a mis ojos. Muchas veces cuando observaba la ciudad, pensaba en cada habitante y sus quehaceres y preocupaciones cotidianas, desde allí eran como un puntito en el espacio, incluyendo las mías.
Ahora que he tenido la oportunidad de disfrutar en el sur de nuestro país, estoy conociendo nuevos senderos y la majestuosidad de este entorno me llena de vitalidad y energía. Hay tanto, tanto, que tal vez una vida no alcance para conocer todos los parajes hermosos que existen. Mi decisión es que mis mejores años son éstos que estoy viviendo, este cambio en mí, me ha rodeado de amor y dulzura, mi corazón me abraza y estoy rodeada de maravillosas compañías, disfruto de cada paraje, cada planta, cada árbol que veo, el cielo, sus atardeceres, las nubes que aquí en el sur son más bajitas (que alguien me lo explique por favor), me maravillan cada vez más, aguas puras y cristalinas, etc, no hay nada que se compare a la belleza de la naturaleza.
Iniciación En El Trekking
Si te vas a iniciar en trekking, comienza de a poco, escoge senderos suaves y anda ascendiendo de a poco. Esencial son zapatos adecuados, que tengan buen agarre, caña alta para proteger tus tobillos y evitar se doblen, y lleva ropa de cambio porque sudarás bastante, un buen gorro, poco peso en la mochila y mucha agua, recuerda hidratarte en abundancia. Haz un espacio entre tu desayuno y el trekking, no comiences a subir si recién comiste, espera un poco. Si te sientes “rara” en el trayecto, haz una pausa y simplemente respira y continúa respirando hasta que la sensación haya desparecido. Escoge trayectos que te ofrezcan seguridad y sé responsable contigo misma, ya llegarás a trekking avanzados de a un paso a la vez. Cuando tu cuerpo te diga stop, hazle caso, no te quedes sin aliento y permanece atento a tu ritmo cardiaco. Entrénate durante la semana dándole flexibilidad y fortaleza a tus músculos y si vas a un cerro - cerro, no lo hagas sola, ve en grupo y con un guía que ya haya realizado la ruta.
Compartir con personas afines esta actividad es muy gratificante, se crea un clima de camaradería y amistad y entre todos se ayudan en los trayectos más difíciles. Conocerás a muchas personas amantes de la naturaleza y trabajando en sí mismas al igual que tú. Además, siempre va un guía delante con quienes tienes más experiencias y son más rápidos y otro se queda con quienes caminan más lento. Un buen equipo de guías, nunca te dejarán sola, ni aunque tú se lo pidas, te sentirás cuidada y protegida todo el camino. Y qué ocurre con el clima, desde ya te digo que el clima no es tema: otoño, primavera e invierno son magníficos para esta actividad, obviamente no salgas en tormentas, usa el sentido común. En verano sube temprano y escoge lugares con harta vegetación. Si hay mucha tierra no vayas después de una lluvia, pues te encontrarás con mucho barro que en bajadas, podría hacer que te deslizaras directo al suelo.
Pídele a tu guía que te instruya como subir y como bajar, hay una técnica para que cuides tus pies y tus rodillas. Asimismo, puedes usar en ciertos trayectos bastones de trekking, no siempre se necesitan, pero hay sectores en que resultan bastante útiles, en otros sólo estorban, los del mercado son regulables y si no lo vas a usar los reduces y guardas. También, una buena vara de madera que encuentres en el camino puede servir y luego devuélvela amorosamente a la naturaleza si no las vas a seguir ocupando.
También recuerda siempre avisar donde éstas y si practicas en plena montaña ten presente que el clima puede cambiar de un momento a otro. Hace poco subiendo con unos amigos, un sector del volcán Villarrica, había un sol precioso y luego al bajar, lo hicimos con viento, truenos, relámpagos, lluvia intensa y granizo, e incluso unos rayitos, llegamos a la camioneta empapados hasta la ropa interior y felices. (moraleja, según el lugar, lleva ropa impermeable también).
La mayoría de los lugares para practicar senderismo tiene los trayectos marcados, hay hitos que te indican nombre del mismo, kilómetro y altura, asimismo, puedes averiguar con anticipación grado de dificultad. En síntesis, si te gusta esta actividad, te sugiero por lo dicho, te unas a buen grupo de trekking con guías experimentados.
Entre los múltiples beneficios que experimentarás, recuerda que nuestro cuerpo guarda memorias de lo vivido, así es que no te cause extrañeza que tu vida comience a cambiar……..cuando pongas en movimiento tu cuerpo y liberes lo que estaba atrapado en éste, tendrás energía liberada para crear, pues ya no estarás desgastandola en sostener lo que ya no te sirve. Además, puedes usar la gravedad en tu favor y dedicar este esfuerzo a lo que deseas crear.
El trekking es un mundo por descubrir, nunca quedarás en el mismo estado que cuando lo iniciaste, a veces transitarás por un baño de bosque, tendrás que agacharte y caminarás sobre un túnel de raíces, habrá barro, piedras o un suave sendero, otros estará más desértico, llegarás a ríos, esteros, lagos, el paisaje, irá cambiando, hay senderos suaves y amigables y otros más abruptos y complejos, unos anchos y otros muy angostos, en algunos te sentirás protegida y en otros experimentarás esa sensación de vacío, pregúntale a la naturaleza que te está mostrando, qué quiere enseñarte. También tendrás tu “recreo”, al llegar al lugar que te habías propuesto, usualmente el paisaje será uno de los premios, el sentir que pudiste y cuando mires desde lo alto, te dirás “dónde estoy”, si no hubieras salido de la zona de confort no podrías haberlo disfrutado.
Y quién sabe, tal vez en alguno de los senderos de la vida, podemos encontrarnos…….disfruta y respeta la naturaleza, mantenla limpia y bella, y anda con bolsitas para guardar los desechos y no olvides que todo lo que ves en el exterior habita dentro de ti.
No te olvides de dejar un comentario si te gustó el blog y para leer más entradas del blog de Any, pincha aquí.