La Hormona de la Felicidad
Una dosis de bienestar desde nuestro interior
Lo más probable es que no reparemos casi nunca en eso pero gran parte de las acciones y funciones que realiza nuestro cuerpo están relacionadas con las hormonas.
Las hormonas
Cuando estamos bajo una situación límite liberamos una llamada cortisol que nos hace estar alertas y en guardia frente a los peligros. También es la que aparece cuando estamos frente a mucha presión y lo que llamamos estrés. Necesaria porque nos permite reaccionar -por ejemplo frente a la amenaza de un perro bravo- pero su presencia constante puede llevarnos a un gran desgaste físico y muchos días sometidos a preocupaciones resienten nuestro cuerpo y ser.
Podemos recurrir a la medicina para enfrentarlo pero también podemos ayudarnos con el apoyo de otra hormona: las endorfinas. Esas que sentimos cuando estamos a gusto y realizamos acciones que nos hacen felices, son ellas las están detrás de nuestra sensación de bienestar como cuando hacemos deporte, acariciamos a nuestra mascota o nos reímos. También cuando miramos el mar, observamos las hojas de los árboles o jardineamos. Sí, en esas cosas tan simples y que nos hacen tan bien.
La medicina interior
Que increíble poder tenemos a la mano: el de lograr nuestra calma con algo que está tan cerca y en nuestro interior. Y con aquello que nos rodea, es cosa de estar un poco más alertas, conscientes y observar.
El siguiente paso es tratar de armonizarlos. ¿Cómo? Quizá si decidimos caminar un poco más y elegir lugares rodeados de verde o con menos ruido. O regamos las plantas sin apuro y más dedicación y las miramos, limpiamos sus hojas, removemos su tierra. ¿El solo hecho de imaginarlo no te da la sensación de calma? Porque imaginar también ayuda.
Por ejemplo, un paseo por la orilla del mar, descalzo sintiendo la arena en los pies y la frescura del mar en la piel, una brisa suave, el olor del mar y ese sonido que adormece. Un lugar que despierta y llena nuestros sentidos. Eso también seguro nos traerá calma. Y la excusa de no tener tiempo no sirve, puedes hacer ese viaje con tu imaginación, solo respira y recuerda y conéctate con la naturaleza y estarás ahí.
Lograrlo será para unos más fácil que para otros, pero eso también es parte del camino de crecer, de elegir cómo quiero vivir y cómo me quiero sentir. Si la respuesta es “sentirme bien” y cuidarte del estrés ya tienes una herramienta, empápate de la naturaleza siempre que puedas, así cuando la necesites ya estará en ti.