Los Cuentos Y Las Emociones
Hemos leído varios cuentos con las niñas últimamente y he estado muy interesado en las emociones.
Leímos cuentos que enseñan a identificar las emociones básicas, que hablan de la sensación de vacío, de la diversidad y la tolerancia. Me ha gustado mucho. Han hecho que me cuestione cuánto conozco mi emocionalidad y qué tan consciente soy de lo que siento.
Los cuentos y las emociones
¡Me impresiona lo rápido que la Clarita se aprendió uno de los cuentos! Se ve muy claro cuando dicen que son como esponjas a los 3 años. Le ha gustado mucho uno en que un monstruo se ha enredado con las emociones y tiene que separarlas. Nunca me había puesto a pensar que muchas veces uno anda todo enredado y no sabe qué le pasa. Ahora que ya se lo aprendió y le gustó tanto, cuando siente rabia dice: “¡¡¡Estoy roja!!!”, igual que el monstruo del cuento y, después de que puede expresar su rabia, vamos intentando que vaya poco a poco pasando a la calma. Le recordamos que hay que respirar lentamente y que se acuerde del monstruo verde. Puede parecer irrelevante, pero se agradece tanto poder entender lo que siente para poder ayudarla a gestionar sus emociones.
A la Ampi le gustó también, pero le gustaron más otros, como el que contaba la historia de una niña normal que un día empezó a sentir un gran vacío que intentó llenar con distintas cosas, pero que para poder volver a sentirse completa tuvo que mirar a ese vacío, ir a su interior y, estando ahí, encontrar lo que la completó nuevamente. El amor, la familia, sus amigos, su propio ser, su identidad. ¿Qué onda la profundidad de estos cuentos? Les prometo que me han dejado sorprendido y muy feliz.
El que más le gustó a la Ampilumpi se trataba de un chanchito de tierra con una luciérnaga que se enamoraban, pero que eran muy distintos. Para llevarse bien ambos debieron ser capaces de comprender sus diferencias, ser tolerantes y flexibles. ¿Qué onda como pasa el tiempo? ¡Ahora le gustan las historias de amor!
La Luisa es muy chica aún para los cuentos, pero igual a veces escucha atenta mientras los leo. Bueno otras veces nos quita los libros, pero qué le vamos a hacer. Están las tres en etapas distintas y, más temprano que tarde, las tres van a querer escucharlos.
Me encanta ver hermanas que andan, se quieren mucho y eso me llena el corazón. Es demasiado mágico mirar como se van encariñando, como van compartiendo y creciendo juntas, como se van conociendo.
Historias para educar
Pero volviendo a los cuentos, creo que es demasiado genial que hayan historias que nos ayuden a educar las emociones, que es súper importante y que ¡hay que fomentarlo!, si al final del día, lo más importante y lo que puede hacer un cambio tremendo en nuestra vida es la manera en que afrontamos nuestra emoción, cómo las emociones influyen en nuestro estado de ánimo, en la capacidad de gozar la vida, poder estar en paz y ser felices. ¿No es ese nuestro real propósito en la vida?
Mucho más importante que cualquier habilidad lingüística, matemática, científica o social, es ser felices, estar satisfechos y estar en paz. ¿Qué les parece, debemos poner énfasis en la educación emocional? ¿Nos ayudaría a todos ser más conscientes emocionalmente?
Vaya que tiempos los que estamos viviendo, un bombardeo de noticias por segundo que irrumpen en la tranquilidad de nuestras vidas, libertades de personas sanas restringidas en horarios, decisiones incluso en los medios de consumo, ingresos, trabajo, toques de queda, pareciera que estamos inmersos en una película surrealista, cuando salgo a las calles y veo seres enmascarados, niños, ancianos y a veces calles simplemente vacías…