El Cielo En La Tierra
Mucho se nos ha hablado del Cielo en la Tierra, pero ¿qué significado tiene, y será posible lograrlo?
Este anhelo que se encuentra en lo más profundo de todos nosotros, de convertir esta tierra en un paraíso y que no tengamos que esperar desencarnar para llegar allí es algo que nos resuena y nos hace vibrar internamente.
El sueño artificial
Para los más escépticos es como una utopía, un sueño lejano, atendido el comportamiento en la historia de la humanidad de los seres humanos que parecieran estar guiados por bajos instintos y comportamientos bestiales más que divinos, la avidez de poder se ha manifestado en todos los siglos, el uso y abuso de los más fuertes sometiendo a los más débiles mediante estrategias diversas. Actualmente no se necesitan cañones para ello, basta el uso de las tecnologías y de utilizar los medios de comunicación para sembrar la mente de las personas y someterlas en base al miedo y otras cosas que todos conocemos.
Asimismo, la creencia de que nos encontramos separados de la Fuente, un sistema educativo incorrecto, y esa constante inseguridad, es el caldo de cultivo perfecto para creer que ésto no es posible y de ser tildados de ingenuos, por decirlo suavemente si creemos en la sola posibilidad.
Sin embargo, siento que traer el Paraíso a la Tierra si es posible si logramos construirlo desde nuestro interior mediante un trabajo espiritual genuino. La divinidad, que se expresa en la vida misma, siempre está presente, estemos conscientes de ello o no. Si asumimos que la realidad es lo que es y que la vida se expresa eternamente ahora, en el instante presente, la solución pareciera estar allí.
Ocurre que el ser humano entonces, al viajar constantemente entre el pasado y el futuro, no se encontraría alineado a la realidad del presente ni a la vida “real”, en ese contexto parecería entonces que la meta se encontraría muy lejana. Pues al no estar aquí, sino que al vivir en nuestra cabeza y en las emociones entre el pasado y el futuro, nuestro ego asume el mando y nos mantiene conectado a otros egos y al gran sueño colectivo de la humanidad, sin conexión con la divinidad.
Este sueño artificial es muy bien manejado por energías que se alimentan de las personas, de sus bajas frecuencias, un ser iluminado lo llamó “el Gran Computador Central de la Especie”, otros lo conocen como “La Matrix”. Aún más lejos, se ha dicho que vivimos en una “granja humana”, hipótesis de Salvador Freixedo, no descartable, pues así como el hombre utiliza a los animales, podría ser que otros seres hicieran lo mismo con la especie humana (esto es material para otro blog).
Despertando del sueño colectivo
Sin embargo, qué pasaría si las personas de forma individual, una a una, a través de un constante trabajo interno, comenzaran a levantar la punta del velo, y se dieran cuenta que han estado inmersas en un sueño y viviendo una película, y que a través de su conciencia pueden salir de éste. Qué pasaría si se percatan que son mucho más que un cuerpo, más que sus emociones y sus pensamientos, más que los condicionamientos, historias y manipulaciones de lo que le han hecho creer que es real. Qué pasaría si nos diéramos cuenta que vivimos en un universo holográfico, y qué ocurriría de si, en vez de pasar los días distraídos en múltiples quehaceres, las modas o noticias de turno de los medios de comunicación, nos comenzáramos a cuestionar y nuestras prioridades cambiaran. Qué ocurriría si comenzáramos a asumir la espiritualidad cómo lo más importante en nuestra vida y nos sumergiéramos en nuestro interior para descubrir quienes somos, para qué y por qué estamos aquí.
Qué fenómenos ocurrirían en nuestra vida, qué nuevas experiencias inéditas tendríamos, si cada día por ejemplo, tomáramos consciencia de nuestra respiración, si estuviéramos presentes y no distraídos, con atención plena en actos simples como el permanecer en silencio, contemplar un objeto, el caminar, hablar, escuchar, comer, acariciar , meditar y comenzáramos un proceso de transformación, simplemente observándonos y de pronto descubriéramos que somos más que un pensamiento, más que una emoción y que nuestro cuerpo es un instrumento maravilloso que en su interior oculta secretos, códigos que pueden ser descifrados y activados, si le prestamos suficiente atención. ¿Y cómo lo hacemos?, de un día a la vez…
Qué ocurriría si descubriéramos que nuestra alma no es humana, sino que se encuentra en otra dimensión y que trae consigo todas las lecciones aprendidas de vidas pasadas y que es posible conectarnos a ella. Y qué tal si la escuchamos, o acaso ¿nunca hemos tenido alguna inspiración o recibido una intuición? Y qué pasaría, si lográramos que esto fuera la norma general y no una excepción. Qué ocurriría si los humanos despertamos nuestros dones, aquellos que vienen con nuestra alma para ser aplicados en nuestra vida. Y ¿si aprendemos nuevas formas de comunicarnos entre sí? Acaso, ¿no es eso lo que nos predice la Novena Revelación? Y lo que tantos maestros y sabios nos han transmitido desde hace miles de años: Que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana y el Espíritu no tiene límites, es infinito e inmortal. Espíritu se Es, Alma se tiene.
¿Qué sucedería si nos damos cuenta, que podemos elevar nuestras frecuencias vibratorias como si fuéramos una pieza musical? O acaso ¿el universo no tiene sonidos?, ¿frecuencias?. Y, ¿si nos guiamos por nuestra parte intuitiva y sentimos las frecuencias en vez de pensarlas?....si seguimos caminando en esa dirección y nos sumergimos más adentro, ¿qué ocurriría si nos atrevemos a cerrar los ojos y simplemente experimentar y vivir desde nuestro corazón, apartando los juicios y las etiquetas que le hemos puesto a todo y a todos? Y si tal vez, seamos capaces de mirar la belleza que habita en cada ser humano, tal vez podamos llegar a vislumbrar su potencial. Y si alguien nos dice algo, podríamos decidir si permanecer en silencio o contestar rápidamente, o tal vez, podríamos elegir no reaccionar y darnos un tiempo, que tal si pudiéramos expresar, un simple: “gracias, lo voy a meditar”; que pasaría si en vez de querer controlar a otros, decidiéramos desarrollar un poder sobre nosotros mismos (poder interno), tal vez en vez de perder energía, seríamos capaces de autogenerar energías. Tal vez comencemos a amarnos por el sólo hecho de existir y así podremos cumplir naturalmente “ama a tu prójimo cómo a ti mismo”.
El libre albedrío
Dije… ¿decidir? ¿elegir? ¿acaso podemos elegir?.....¿es posible salir de la matrix o de ésta densa cárcel mental? ¿podríamos terminar con esta vida de “sufrimiento”?
Hay seres muy evolucionados que han venido al mundo en diversas épocas de la humanidad y nos dejaron un legado con su mensaje de un SÍ rotundo, incluso nos han mostrado el camino. Tal vez a eso se referían cuando decían que la vida era una ilusión o maya, un sueño y que necesitábamos despertar.
Qué pasaría, si de pronto comenzáramos a observarnos y nos propusiéramos no identificarnos con nuestra historia personal. Y si pudiéramos ir más allá de nuestro sistema de creencias, ¿es posible modificarlas?, la PNL (Programación Neurolingüística) y la psicología moderna nos dice que sí, los maestros espirituales nos animan a ello, entonces surge la pregunta: ¿necesito un maestro o un gurú o lo puedo hacer sola? Hay tanta información que no sé por dónde…si leo muchos libros y películas espirituales, ¿despertaré?
Si todos los tiempos suceden ahora y no hay pasado ni futuro, sí los infinitos potenciales son como luces que se prenden y se apagan y la física cuántica nos enseña que podrían materializarse , si enfoco en ellos mi atención, ¿cómo puedo hacer entonces para atraer experiencias maravillosas a mi vida? ¿Me veo la película la ley de atracción?......
Desde muy antiguo se nos ha venido mostrando que la única realidad es ahora y que la vida es un abrir y cerrar de ojos del Creador y que El/Ella se manifiesta en múltiples formas, y que vive en nuestro interior y fuera de nosotros, en todo lo creado….que el todo es mente y que el universo es mental y, entonces, ¿qué tengo que hacer para conectarme? ¿de qué manera logro que la Presencia se manifieste en mi vida? O tal vez….el secreto es que hay que des hacer o no hacer. ¿….?.
Atención Plena
El gran Eckhart Tolle, quien para mí es mucho más que un escritor, es un maestro, nos enseña que el ejercicio espiritual esencial es estar en el presente en plenitud. En mindfulness se denomina “Atención Plena”
En mi modesta experiencia personal, y de lo que he alcanzado a comprender hasta ahora, es estar, permanecer 100% allí, en lo que estés. Cuando meditas, meditas; cuando comes, comes; cuando caminas, caminas……cuando observas, observas…..
Cuando siento el hálito de la vida que ingresa y sale de mí, es el Creador manifestándose y circulando en y alrededor de mí, así me sintonizo con la vida y el ruido mental se aquieta. Que tal si comenzamos a practicarlo de a un día a la vez. Que tal si como dicen los budistas practico la no resistencia y me transformo en una observadora de lo que acontece en mi interior y en mi exterior, sin juzgar ni etiquetar–vaya desafío–y simplemente soy testigo de la danza de la vida manifestándose en todo lo que observo. ¿Acaso soy más que Dios para decidir si esto es bueno o malo? ¿Conozco mi camino del alma o la de los otros seres para juzgar?
Mi querido maestro decía que “bueno” era todo lo que nos ayudaba a evolucionar y “malo” era todo lo que nos dormía.
Por su parte, el más grande de los grandes seres que ha venido a la tierra, Jesús, expresaba que todo lo que él hacía nosotros también podíamos hacerlo y si eso fue cierto hace más de dos mil años, ahora también lo es……tal vez el Paraíso en la Tierra sea en una Nueva Tierra, y de cada uno de nosotros depende hacer el trabajo interno, en especial en estos tiempos en que estamos en pleno exámen………
Dios en su infinito amor nos ha estado esperando, es tiempo de despertar y ¿qué tal si nos unimos con otras personas que sientan genuinamente este propósito y lo logramos? Todo es posible.
Crecí escuchando que la agüita de manzanilla era buena para el estómago, que poner hojas de eucaliptus en agua caliente y aspirar ese olor era bueno para los bronquios o que poner a remojar ortiga y luego aplicarla en el pelo era bueno para evitar la caída del pelo…